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El Zoológico de Buenos Aires en la difusión del patrimonio cultural

Por Marcela Liliana Díaz y María Cristina Fernández

Marcela Liliana Díaz

Médica Veterinaria, Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad de Buenos Aires (UBA). Especialista en Gestión Cultural (Ffyl-UBA). Licenciada y Profesora en Letras, Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Maestría en Gestión Cultural en curso Ffyl, UBA. Maestría en Protección del Patrimonio Edificado (CICOP-2005). Miembro de ICOMOS Argentina. Miembro de CICOP Argentina. Miembro de IZE – International ZoologicalEducatorsAssociation. Exgerente de Educación y Patrimonio cultural del Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires (2003-2010). Directora de Educación Ambiental (2010-2016). Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires.

María Cristina Fernández

Arquitecta, Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires. Cursó la Carrera de especialización en Preservación, Conservación y Reciclaje de edificios de Valor Patrimonial, FADU, UBA. Integrante Asesoría en Restauro para las Obras del Teatro Colón de Buenos Aires. Tareas de asesoramiento en restauración para las Obras del Teatro San Martín, Cripta Basílica de María Auxiliadora y San Carlos, Escuela Normal Superior N°2 Mariano Acosta, Teatro Nacional Cervantes en el equipo estudio Arq. Eduardo Scagliotti&Asoc. Integrante del equipo de restauración del Templo Hindú de Elefantes 2005. Autora de publicaciones sobre patrimonio, educación y difusión patrimonial. Jefa del Área de Restauración y Conservación (2010-2016) del Jardín Zoológico de Buenos Aires.

Resumen

El derecho a la cultura abre la puerta al compromiso público al tiempo que genera la necesidad de políticas que promuevan espacios conocidos y nuevos de difusión cultural. En estos espacios, la participación ciudadana requiere de acciones factibles de expresarse en nuestra cotidianeidad que permitan apropiarse de elementos culturales. La acotada participación comunitaria suele ser proporcional a la acotada comunicación. Sin el reconocimiento de la comunidad no tiene sentido el patrimonio y tampoco su conservación.

La Guía del Patrimonio cultural del Jardín Zoológico de Buenos Aires, la primera publicada desde la inauguración del zoológico, permite por primera vez enmarcar una propuesta realizada en un zoológico dentro de las iniciativas culturales de la ciudad.

 

Introducción

De acuerdo con UNESCO (2014)[1] educación y sostenibilidad son conceptos dinámicos, no existen modelos universales, cada país define su metodología y prioridades. La educación para el desarrollo sostenible supone un proceso de cambio y a largo plazo basado en el equilibrio entre sociedad, medio ambiente y economía interconectados a través de la cultura. Los aspectos educativos y culturales reconocen el respeto por los valores que configuran la identidad cultural, modos de ser, sentir, relacionarse, comportarse, creer y actuar según el contexto, la historia y la tradición.

La Educación ambiental junto con la Conservación y la Investigación configuran los pilares fundamentales de los zoológicos modernos y a través de ellos cumplen su compromiso de sensibilizar a la comunidad hacia el cuidado del su entorno. Los zoológicos son visitados por un público interesado en especies animales, en algunos casos, especies botánicas. A través de ellas acceden a sus problemáticas y posibles acciones para su cuidado. En los zoos históricos se suman: edificios, obras de arte, del paisaje que forman parte del identitario local y les otorgan características imposibles de transferir. Visitar un zoológico histórico ofrece una oportunidad única de acceder a sus recursos naturales y culturales integrados.

 

Contenido

Inmerso en el paisaje urbano, el Jardín Zoológico de Buenos Aires se constituyó en visita predilecta de generaciones de porteños[2] maravillados con esta combinación estratégica de paisaje, arquitectura, historia y naturaleza. Sin embargo, su comunidad conoce poco acerca de su historia, edificios, la mayoría emplazados para albergar animales, su diseño y sus hacedores. La Guía del Patrimonio cultural del Jardín Zoológico de Buenos Aires es la primera publicada a casi 130 años de su inauguración oficial, el 30 de octubre de 1888. Se divide en dos partes, la primera presenta el marco teórico del trabajo y la segunda, las fichas de gran parte de los bienes culturales emplazados en el parque. Se presenta una descripción de temas tratados en cada capítulo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tapa de la Guía del Patrimonio Cultural del Jardín Zoológico de Buenos Aires

La introducción, realizada por el diseñador de zoológicos holandés, Erik van Vliet, describe el desarrollo de los zoos históricos europeos desde sus orígenes como paisajes urbanos con acceso al mundo animal, hasta su actual reconversión en espacios de interés cultural.

En el prefacio se destaca la interrelación entre museos y zoológicos, en particular en el Zoo de Buenos Aires y su valor agregado que le permite contribuir al cuidado de la cultura desde un lugar privilegiado.

A continuación se brindan aspectos sobre el origen de los zoológicos y su rol en la conservación del entorno, un racconto desde la menagerie más antigua en Egipto hasta la actualidad a nivel mundial. Como los museos, los zoos tuvieron un origen individual y se convirtieron en espacios para la comunidad acercándola a la naturaleza y su conservación.

Aquí es esencial una aproximación a la cultura como factor de desarrollo social. Se focaliza en el surgimiento y evolución del concepto del patrimonio cultural relacionado con la riqueza individual y privada, el coleccionismo en el Renacimiento, los viajes científicos hasta llegar a la institución cultural elitista de entonces: el museo y su posterior vinculación con los jardines botánicos y zoológicos.

En este punto, se inserta la reseña histórica del Zoológico que permite comprender su vínculo con Buenos Aires, la historia local, nacional y como sitio patrimonial. Pionero en exhibir animales silvestres y en trabajos de investigación y educación, se transformó en referente en manejo en ambientes controlados. Su recorrido fusiona naturaleza y arte, animales y plantas, paisaje e historia, un capital cultural que lo convirtió en Monumento Histórico Nacional.

En la segunda parte de la Guía, se presentan las fichas de los principales bienes culturales, resultado de años de investigación y trabajos interdisciplinarios. Se consignan: año de emplazamiento, uso anterior y actual de edificios, autor y gestión, tendencia estilística, descripción y reseña histórica, acompañados con fotos antiguas y actuales generales y de detalles artísticos y arquitectónicos. Se adjuntan a modo ilustrativo modelos de fichas de edificios y de obras de arte.

Finalmente, se abren puertas al debate y la inclusión de los zoológicos en la cultura, que como los museos protegen aquello que difícilmente puede conservarse en otros espacios. Son aprovechados para desarrollar estrategias de conservación con otras instituciones generando un bloque en pos del cuidado de bienes naturales y culturales. Preservan testimonios de la diversidad biológica y cultural y trabajan por el cuidado de las especies, sus ecosistemas, bienes y documentos de valor ambiental, estético o histórico.

La iniciativa fue financiada a través del Programa Mecenazgo de la Ciudad de Buenos Aires[3]. A través del Régimen de Promoción Cultural (Mecenazgo) el gobierno recibe proyectos culturales para su evaluación. Si son aprobados y declarados de interés cultural para la ciudad, se financian cediendo aportes de los contribuyentes que deseen adherir.

La Guía fue evaluada por la comisión que entiende en publicaciones y declarada de interés en 2014[4]. En 2015 recibió los aportes de la empresa Telecom Argentina que cubrió la totalidad de los costos. Además de ser la primera Guía patrimonial del Zoo, es la primera propuesta de un zoológico enmarcada dentro de las iniciativas culturales de la ciudad.

De esta manera, a partir del Zoológico de Buenos Aires se propicia la interacción social y se promueve la configuración identitaria, se preserva la diversidad biológica y cultural, se investiga y se proyectan acciones educativas y sociales que promuevan la conservación del entorno. Por estos motivos la publicación fue incluida en la biblioteca virtual del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas[5] dedicado a las investigaciones y estudios históricos y críticos, manifestaciones teóricas y materiales del hábitat, el diseño, la arquitectura y la ciudad, en Iberoamérica y la Argentina, el área bonaerense y la ciudad de Buenos Aires en particular.

 

Conclusión

Las dinámicas y características de la participación difieren en forma y contenido, su significado se manifiesta en la necesidad de configurar el desarrollo cultural de las comunidades. En la invención de nuevos caminos y la consolidación de otros se construye un proceso cultural. Conocer para conservar es premisa fundamental en el cuidado de legados históricos donde la educación tiene un rol esencial. La Guía será un aporte en la difusión de este espacio de la ciudad al ofrecer un acercamiento al Zoológico desde una perspectiva diferente. Testimonio de una cultura y una época, ligado a la historia y la memoria, Patrimonio de la Ciudad y Monumento Histórico Nacional, el Zoo debe volver a familiarizarse con la ciudadanía y vincularse nuevamente con su identidad colectiva, en el redescubrimiento de sus valores. Conocerlo y apreciarlo es parte de este proceso.

A partir de este trabajo se espera lograr un aporte al reconocimiento y la difusión del acervo cultural. Una excelente posibilidad de transferir el interés que despiertan las especies animales a los bienes culturales y a través de ellos posibilitar a la comunidad un acercamiento a la historia, la evolución urbana local y a la conservación del entorno desde una perspectiva diferente.

 

Referencias:

[1]UNESCO, 2005, Educación para todos, educación ambiental y educación para el desarrollo sostenible: debatiendo las vertientes de la Década de la Educación para el Desarrollo Sostenible. Disponible en: www.unesdoc.unesco.org/images/0016/001621/162179s.pdf Visitado en febrero 2017

[2] Nativos de la ciudad de Buenos Aires

[3]Mecenazgo, Régimen de Promoción Cultural http://www.buenosaires.gob.ar/cultura/mecenazgo

[4] Proyectos aprobados en Mecenazgo2014. Http://www.buenosaires.gob.ar/sites/gcaba/files/listado_aprobados_2014_para_web_al_19-11-15.pdf

[5]Creado en 1946 por la Universidad de Buenos Aires por el arquitecto Mario J. Buschiazzo, profesor de Historia en la Escuela de Arquitectura de la entonces Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Reconocido en su continuidad por resoluciones del Consejo Directivo de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo del 1º de diciembre de 1987, y del Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires del 11 de julio de 1990 (http://www.iaa.fadu.uba.ar/?page_id=2).

Bibliografía

UNESCO, 2005, Educación para todos, educación ambiental y educación para el desarrollo sostenible: debatiendo las vertientes de la Década de la Educación para el Desarrollo Sostenible. Disponible en: www.unesdoc.unesco.org/images/0016/001621/162179s.pdf Visitado en febrero 2017

 

Díaz, Marcela L, Fernández, M.Cristina. 2016. Guía del Patrimonio Cultural del Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires. Buenos Aires. Disponible en: http://www.iaa.fadu.uba.ar/?page_id=8385 Visitado 17.2.2017

 

 

 

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