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LAS PIEDRAS EN LA ORNAMENTACIóN

José Sellés-Martínez

 

El responsable y coordinador de la sección es el Dr. José Sellés-Martínez, geólogo y profesor del Dpto. de Ciencias Geológicas de la Universidad de Buenos Aires, quién, entre otras tareas, se ocupa de la coordinación de los programas de divulgación científica de dicho Departamento, del Instituto de Geociencias Básicas, Aplicadas y Ambientales (IGEBA) y de la Sociedad Científica Argentina. Es además, miembro del Comité Editor de la revista EXACTAMENTE, órgano oficial de la Fac. de Ciencias Exactas de la UBA, en la que escribe una sección fija sobre Ciencia & Arte

     Esta nota es la primera de una serie que abarcará los siguientes temas:

  1. Revestimientos de Piedra en suelos y paredes. En este ítem se tratan dos apartados particulares, el primero referido a las técnicas que utilizan trozos pequeños de piedra, englobadas en el término general “mosaico” (Parte 1a) y el segundo al resto de los recubrimientos pétreos haciendo énfasis en los diferentes tipos de materiales, sus propiedades físicas y posibilidades estéticas y sus aplicaciones (Parte 1b).

  2. Piedras duras y blandas en las artes decorativas. Abordará el tratamiento de las  taraceas de piedra y un enfoque mineralógico y litológico de los materiales usados en la confección de objetos suntuarios y decorativos.

  3. Otros usos ornamentales de las piedras. Se aborda el uso de las piedras como objetos ornamentales “per se” y también su empleo en obras de arte que no son necesariamente mosaicos o esculturas y que pueden incluirse, por ejemplo, en las categorías de “instalaciones” y “land art” en su sentido más amplio.

Parte 1a: MOSAICOS

 

    Los revestimientos de piedras en suelos y muros cumplen dos funciones principales que no son excluyentes entre sí: protección y embellecimiento. La función de protección está dada por dos cualidades básicas de la piedra: su dureza y su impermeabilidad. De acuerdo a la calidad del material esta primera función podrá ser cumplida con mayor o menor eficiencia y según las piedras sean seleccionadas, preparadas y dispuestas en forma estética o no, se cumplirá la segunda parte.

     La idea de utilizar piedras para realizar dibujos es vieja y de una muy amplia distribución cultural. Son a veces simplemente hileras de piedras dispuestas sobre el suelo y otras complejísimos trabajos de mosaico que recubren muy extensas superficies o labores de marquetería en piedra en los cuales resulta casi imposible identificar las juntas de unión entre las diferentes piezas. Artistas contemporáneos, por otra parte, han elegido los cantos rodados y los  fragmentos de piedras para expresar sus ideas mediante instalaciones dispuestas en los más diversos ambientes, como sería el paradigmático caso de Richard Long.

     Ya ha sido señalada por otros autores la confusión que existe en el área del estudio de los mosaicos latu sensu con respecto al uso de términos que describen las técnicas usadas en el pasado y que muchas veces son ambiguamente descriptas y sin la ayuda de las  necesarias ilustraciones que permitan formar idea cabal de qué se está describiendo, y otras son mal interpretadas al asimilarlas a técnicas posteriores. Un problema adicional lo constituyen tanto la mezcla de criterios en una misma clasificación como los “falsos amigos” de la traducción, palabras semejantes en distintos idiomas no significan lo mismo en cada uno de ellos, algo muy común en las lenguas derivadas del latín que se agrava con la presencia de palabras de origen latino en lenguas sajonas que son traducidas sin atender a que no significan exactamente lo mismo. Se intentará en esta contribución, como se ha hecho en las anteriores, arrojar toda la luz posible sobre estas confusiones e interpretaciones erróneas. Puede mencionarse, a modo de ejemplo, que en la actualidad suele usarse informalmente el término “mosaico” como equivalente a “baldosa” y “piso de mosaico” para describir una obra realizada con piezas industrializadas de forma cuadrada, generalmente de gres cerámico o material calcáreo, no siendo estas las acepciones específicas de estos términos en la jerga especializada de los mosaístas.

     La realización de pavimentos mediante la mezcla de fragmentos de piedra con los distintos componentes del mortero y su extensión en el suelo para formar una cubierta de mayor resistencia, es antigua y parece haber tenido un origen viario (proporcionar un soporte adecuado para el desplazamiento de personas en las áreas de tránsito intenso, como los  templos y edificios públicos). Como muchas veces ocurre en los avances tecnológicos, su uso se hizo luego extensivo a otras aplicaciones y surgieron variaciones que permitían adaptaciones particulares y, cómo no, surgieron derivaciones no sólo decorativas sino también suntuarias. En primer lugar se habría usado un mortero en el que la presencia de los fragmentos de piedra aseguraba la resistencia a la abrasión, mientras el ligante (yeso, cal, cemento, etc.) daba coherencia al conjunto que constituía la estructura misma de la vía o pared. Un primer paso en la ornamentación de este pavimento de mortero parece haberlo constituido tanto el incrustado de guijarros pequeños o fragmentos de piedras en su superficie, formando diseños más o menos sencillos, como el de pequeños trozos manufacturados, de contorno más o menos cuadrado o rectangular, denominados teselas.

     Las teselas, que podrían considerarse antecedentes de los “píxeles” del diseño computarizado, son fragmentos de piedra, vidrio o cerámica que pueden tener dimensiones menores al milímetro (caso de los micromosaicos) o algunos centímetros (usualmente no más de 10) y tienen generalmente forma achatada y lados más o menos rectos formando polígonos simples (cuadrados, rectángulos, más raramente triángulos), aunque en las técnicas más complejas pueden tener lados curvos y formas muy irregulares. El color puede estar dado por la piedra natural, el pigmentado o el esmaltado según de qué material se trate.

 

Los diferentes opus

     El término “opus” (obra) se emplea para caracterizar cada una de las técnicas (y sus productos) utilizadas para la confección del mosaico. Las mismas se refieren fundamentalmente a la forma en que el material pétreo es manufacturado y dispuesto para conseguir el resultado final. Los términos derivan del latín y algunos no tienen traducción sencilla al castellano cotidiano, por lo que se ha preferido mantenerlos en su lenguaje original.

     En el portal del proyecto TESS (cuya visita se recomienda) se propone una clasificación de los pavimentos que establece las siguientes tipologías principales:

  • cementicios (estructura de mortero sin adición de elementos ornamentales superficiales o con elementos dispersos en forma aleatorio u organizada en puntos o líneas),

  • opus sectile (la superficie está totalmente cubierta con piezas de forma regular combinando cuadrados, triángulos, etc. y los colores de los mármoles),

  • mosaico (la superficie del pavimento está totalmente cubierta por guijarros o teselas),

  • pavimentos de ladrillos,

  • pavimentos de piedra,

  • pavimentos mixtos en los cuales conviven dos o tres técnicas diferentes (práctica bastante habitual en el mundo romano).

     Diferencias entre los pavimentos pueden establecerse también en función de los constituyentes del cemento, pero este aspecto escapa a los objetivos de la presente contribución.

 

                Opus musivum: u “obra de las musas”, es la denominación latina de la técnica del mosaico, originada en el Asia Menor, utilizada también por los griegos pero que alcanza su máximo esplendor durante el imperio romano. El término es totalmente inclusivo para las obras de “mosaico” en su sentido más amplio, sin embargo Glazier  (1899) restringe el uso de este término exclusivamente a los mosaicos realizados con teselas vítreas.

 

                Opus signinum: es este uno de los términos que los investigadores señalan como más frecuentemente mal utilizado. De acuerdo a los estudios realizados sobre las descripciones de los autores antiguos y el análisis de las obras conservadas, el opus signinum no describe un tipo de revestimiento mosaico, sino el material que constituye la estructura del pavimento o del muro sobre el que pueden, eventualmente, incrustarse cantos rodados, fragmentos de piedra, teselas, conchillas y, en algunos casos, cintas metálicas para poner de relieve el contorno del dibujo. El proyecto TESS incluye algunas obras asignadas a este opus en la categoría de pavimentos cementicios, si la superficie no está totalmente cubierta por los elementos ornamentales o en la de los mosaicos cuando así ocurre.  El término “signinum” provendría de la localidad de Segni, vecina a Roma, donde se preparaba el mortero utilizado como base para los mosaicos de la región. Algunos autores asimilan el opus signinum a los “lithostrota” que son los pavimentos  que mezclan fragmentos de piedra en el mortero, pero la diferencia radicaría en que, en el opus signinum propiamente dicho, los fragmentos ornamentales son incrustados a posteriori sobre la superficie expuestas, mientras que en el caso de la “lithostrota” su disposición sería resultado del proceso de mezcla. Esta confusión se aclara si se tiene en cuenta el comentario previo acerca de que el signinum constituye la estructura del suelo o muro y no es solo una capa que permite la adhesión de los cantos rodados o las teselas al sustrato viario o al muro. Tres magníficos ejemplos de pavimento cementicio con incrustación de teselas pueden encontrarse en http://tess.beniculturali.unipd.it/web/terminologia-e-definizioni/classi-pavimentali/cementizio/, sitio que, lamentablemente, no autoriza la reproducción de sus figuras.

 

                Opus segmentatum: es un pavimento obtenido mediante la inserción de escamas de piedra o pequeñas placas en el mortero.Sería una variedad del opus signinum. Este término es de escaso uso en la bibliografía que ha podido consultarse.

 

                Opus alexandrinum: es otro de los términos de significado confuso. De acuerdo con Rossi (2004) este tipo de mosaico está realizado con pequeñas teselas, toscamente trozadas, de color blanco o negro, dispuestas sobre una base de color uniforme, usualmente rojo, que está expuesta en gran parte de la superficie. Correspondería a la categoría de pavimento cementicio de TESS. Otros autores utilizan el término alexandrinum para caracterizar los mosaicos de estilo bizantino o para referirse a los pavimentos habitualmente llamados “cosmatescos”, lo que introduce bastante confusión en el significado del término pues ha sido usado para obras completamente diferentes. En el Apéndice 1 se trata con algo de mayor extensión este tema.

 

                Opus tessellatum: utiliza teselas de piedras de colores, terracota o pasta de vidrio de forma cuadrangular,  que cubren toda la superficie y se disponen generalmente siguiendo un diseño regular, en hiladas paralelas que generan una trama cuadriculada. Es la técnica más extendida para la realización de superficies homogéneas (marcadas por el diseño cuadriculado de los contactos entre teselas) sobre las que se destacan motivos ornamentales más complejos realizados, por ejemplo, en opus vermiculatum o en opus sectile. Por otra parte es importante señalar que muchos mosaicos realizados en opus tesellatum, tienen diseños similares a los del opus sectile, al punto tal que, si la definición o el tamaño de la fotografía no permiten identificar las teselas individuales,  puede resultar difícil la diferenciación ya que se observan rombos, cuadrados y hasta círculos de colores contrastantes, típicos del opus sectile.

   Opus vermiculatum: a diferencia del opus tesellatum, las teselas no son necesariamente cuadrangulares ni se disponen en forma más o menos regular sino que,  cortadas en la forma que el artista considera adecuada a los fines ornamentales, son dispuestas adaptándose al contorno del dibujopermitiendo un mayor detalle expresivo. El término vermiculatum procede del latín verme (gusano) y recuerda las formas curvas y hasta retorcidas de las hileras de teselas. TESS no diferencia entre opus tesellatum y vermiculatum, ya que en ambos casos la superficie está totalmente cubierta por teselas y la diferencia sería más asignable a un estilo que a un opus.

   Opus sectile, sectilia pavimenta: en este tipo de trabajo las piezas de piedra se recortan a formas predeterminadas por el diseño y se complementan cromáticamente entre sí. Los diseños geométricos suelen a veces aprovechar los contrastes de color para generar efectos de tridimensionalidad (habitualmente formas cúbicas) por la combinación de tres placas rómbicas. Otras veces se combinan las formas básicas (cuadrados, triángulos, rombos) con reticulados realizados con placas de forma rectangular,  que realzan el contorno de esas formas. Este tipo de mosaico si bien inicialmente se desarrolló “en obra” con el paso del tiempo se industrializó parcialmente y los diseños básicos circunscriptos a una forma cuadrada o rectangular son preparadas en los talleres y enviadas “listas para su colocación” a los sitios de emplazamiento, preanunciando los pisos de mosaicos industriales que se impondrían un par de milenios más tarde. Las formas de las plaquetas son al principio siempre poligonales (triángulos, cuadrados, rectángulos) y sólo excepcionalmente circulares. En tiempos de Nerón surgen las formas curvas en los contornos de las plaquetas de piedra y los diseños toman forman más dinámicas, a veces sumamente complejas, pero que se inscriben siempre dentro de un cuadrado cuyo contorno, a diferencia de los diseños anteriores, desaparece por la potencia visual de la asociación de formas y colores con los cuadrados adyacentes. Es a partir del opus sectile y sobre todo de la incorporación de teselas con lados curvos que comienza a surgir confusión entre los trabajos de revestimiento mosaico propiamente dicho y los de taracea de piedra, recayendo la diferencia fundamental entre ambos, como se verá más adelante, en que en el opus sectile los fragmentos van adheridos sobre una base de mortero mientras en la taracea se incrustan sobre una pieza pétrea. Los primeros trabajos romanos de opus sectile estaban reservados exclusivamente al revestimiento de paredes (opus interrasile) y recuerdan notablemente a los pisos de mosaico industrial de fines del siglo XIX y principios del XX.

     Otros tipos mixtos o menos definidos: la mezcla de diferentes opus y la creatividad de los artistas han dado origen a algunas obras cuya definición en términos de la clasificación citada no es fácil. Por otra parte, los cambios en los estilos decorativos y en las técnicas de edificación hacen compleja la asignación de obras como los revestimientos marmóreos de paredes y pisos de los grandes palacios, iglesias y edificios públicos que no siguen los cánones de la antigüedad o una técnica definida. Algunos ejemplos se presentan en las ilustraciones siguientes.

              Micromosaicos: La técnica del micromosaico es más reciente, se desarrolló en Roma a fines del siglo XVIII y alcanzó un fuerte desarrollo como consecuencia de la alta calidad y la fácil portabilidad de los objetos realizados que eran adquiridos como regalos personales, recuerdos y objetos decorativos de tamaño reducido. En general utiliza pequeños fragmentos de vidrio coloreado y no de piedra.

 

                Estilo cosmatesco: este tipo de trabajo no constituye una técnica en particular sino un estilo y recibe su nombre de una célebre dinastía de mosaístas, los Cosmati, que se inicia en la península itálica en el siglo XII. Desde el punto de vista de su técnica presenta aspectos del tessellatum y del sectile, ya que utiliza teselas de formas diversas que se combinan con placas de mayor tamaño para generar complejos diseños geométricos, utilizando a veces una técnica de pavimento y otras de encastre. Es característico de la escuela cosmatesca el empleo de materiales pétreos reciclados (placas o columnas rotas provenientes de la ruina de edificios preexistentes) que son recortados de acuerdo a las necesidades, lo que queda claramente evidenciado en los grandes medallones circulares obtenidos a partir de columnas de pórfidos,  granitos o mármoles de los grandes edificios de la época imperial romana. Algunos autores lo consideran inspirado en las obras árabes, introducidas desde el sur de la península, mientras otros lo asocian a los mosaicos bizantinos, introducidos desde el noreste. Desde lo estrictamente formal pueden encontrarse ejemplos que se asocian a uno y otro origen.

     La técnica del mosaico ha evolucionado profundamente desde sus tiempos fundacionales y el progreso de los procesos industriales ha generado materiales que a un costo mucho menor pueden brindar productos de similar aspecto, como en el caso de los pisos de baldosas cuadradas de cemento calcáreo coloreado que imitan diseños de mosaicos, muy usados en la 2ª la mitad del siglo XIX y la 1ª mitad el siglo XX. A este se suman los pisos de teselas industriales de gres, comunes también en esa época, de formas poligonales que imitan el trabajo del opus sectile o bien el opus tessellato. Un caso particular lo constituyen las modernas teselas de vidrio, conocidas comercialmente como “venecitas” que tuvieron un impulso notable en la segunda mitad del siglo XX, cuando fueron utilizadas como revestimiento de los frentes de grandes edificios y continúan usándose en superficies más reducidas en la actualidad. Un caso especial de decoración de suelo es el uso de cementos coloreados con pigmentos o con diminutos fragmentos de piedra dispersos en la masa, que se disponen en diseños geométricos o figurativos, empleándose a veces, como en los casos antiguos, filetes metálicos para reforzar la línea de contorno. En el caso de la decoración musiva, realizada en vidrio en la segunda mitad del siglo XX, puede mencionarse la constituye la aplicación de granalla de vidrio de colores sobre los muros externos de las viviendas. En algunos casos se trata exclusivamente de superficies de contornos geométricos pero en otros, más elaborados y más escasos, aparecen incluso motivos figurativos. La técnica de los “trencadis” desarrollada por el arquitecto catalán A. Gaudí podría ser considerada un “opus” heredero de las técnicas más primitivas del mosaico, pero utilizando fragmentos de azulejos y piezas de loza y vidrio en lugar de piedras. Un paso más adelante está dado por el uso de placas de piedra dispuestas sobre el plano de la pared para conformar ya no un mosaico en el sentido tradicional de la palabra sino un mural, tema que se abre ya a otra área específica de las artes plásticas.

Sugerencias bibliográficas:

Rossi, F., 2004. La pittura di pietra. Ed. Giunti. 192 págs.

Angulo Iñiguez, D., 1989. Catálogo de las alhajas del Delfín. Museo del Prado. 255 págs.

Giusti, A., 1999. Il museo dell’Opificio delle Pietre Dure a Firenze. Ed. Sillabe. 64 págs.

Grieco, R., 2008.Micromosaici Romani, Ed. Gangemi. 318 págs.

MariamM., 2001. Piedras duras. Ed. Aldeasa. 30 págs.

 

Sitios y materiales en la Internet

Proyecto TESS http://tess.beniculturali.unipd.it/web/home/

http://www.editricesapienza.it/sites/default/files/5325_Angelelli_Tortorella_Corpus_Pavimenti.pdf

 

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APÉNDICE I

 

El opus alexandrinum

                Claros ejemplos de la confusión reinante en la clasificación de los mosaicos fuera del ámbito académico pueden ser las citas que siguen y que están referidas al opus alexandrinum. Muchos autores mencionan al emperador romano Alejandro Severo (208-235 DC) como referente de la denominación pero el problema surge en que el mismo murió un siglo antes de la creación del imperio bizantino, donde se desarrollaría el mosaico con potencia inusual y con un estilo propio y nada menos que un milenio antes de las primeras expresiones del cosmatesco. 

 

Caso 1: Extraido de “A Manual of Historic Ornament” publicado por  Richard Glazier en 1899.

En esta obra (pág. 105) se describe al mosaico como “… el arte de desarrollar diseños mediante piezas de materiales de diversos colores ensambladas en conjunto y, en sentido amplio, se lo divide en Opus Tesselatum, de pequeños cubos, como dados; Opus Musivum, o mosaico de vidrio : y puede dividirse en Opus Figinum, o mosaico cerámico ; Opus Vermiculatum,  con (a) majus, mármol blanco y negro ; (b) medium, de todos los materiales y colores ; y (c) minus, o teselas diminutas, usados en el incrustado de muebles. Opus Alexandrinum es un incrustación de pórfido y serpentina en mármol blanco.”…. “Espléndidos ejemplos del Opus Alexandrinum se encuentran en el Panteon de Roma (A.D. 118-38). Otros ejemplos, que datan del siglo VIII, están en Roma, en la nave de la Basílica de San Lorenzo fuori le Mure, que tiene bandas circulares entrelazadas de mosaico geométrico sobre mármol blanco. En Santa maría en Trastevere, el diseño está formado por hexágonos y estrellas de seis u ocho puntas. Un bello diseño de una gran estrella de ocho puntas en pórfico, con los triángulos entre las puntas de la estrella rellenados con pequeños mosaicos geométrico se encuentra en la la iglesia de los Santos San Juan y San Pablo.”… “En los siglos XIII y XIV, en Italia, los Cosmati (una familia de mosaistas) produjo una serie de mosaicos incrustados sobre las columnas verticales y los pilares torzados de los claustros de San Juan de Letrán y en el espléndido “ambón” o púlpito, en Santa María en Araceli, Roma. En las tumbas de Eduardo (A.D. 1270) y Enrique III (1280), en la Abadía de Westminster, hay algunos buenos ejemplos de estos mosaicos “cosmatescos”.” (Traducción del autor).

 

Caso 2. Extraido de https://www.canterbury-cathedral.org/heritage/archives/collections-revealed-2/the-opus-alexandrinum/. “El diseño central se conoce como Opus Alexandrinum,  así llamado a partir del estilo de pavimentación encargado por el emperador Alejandro Severo para las basílicas de Roma, y dícese que es el más impactante y caro de los construidos en la Inglaterra medieval” (Traducido del inglés por el autor).

 

Caso 3. Extraído de http://www.parro.com.ar/definicion-de-opus+alexandrinum. “Opus alexandrinum: Mosaico de piezas cortadas uniformemente, que forma un dibujo geométrico y está realizado con pocos colores como el negro y rojo sobre fondo blanco.”

 

Caso 4. Extraído de http://www.wikiwand.com/pt/Opus_alexandrinum. “Opus alexandrinum es el nombre de una técnica de mosaico empleada en pavimentos y revestimiento de paredes, común en el imperio bizantino durante el siglo IX. La técnica, evolución del opus sectile, hace uso de pequeñas piezas de piedra de color o pasta de vidrio, dispuestas en patrones geométricos intrincados, a veces intercalados con piezas de grandes dimensiones. Fue introducida en Italia en el 1071 en Montecassino, y desde allí se difundió hacia otras áreas, dando origen a variaciones, como el cosmatesco.” (Traducido del portugués por el autor).

 

Caso 5. Extraído de Rossi (2004, pág. 12). “El Opus alexandrinum es un conjunto de pequeños elementos, unos blancos, otros negros, generalmente cuadrangulares, de forma irregular y espesor reducido, toscamente partidos roto y dispuestos siguiendo un diseño sobre un color de fondo combinado, generalmente rojo.”  (Traducido del italiano por el autor). Como puede verse esta definición no condice en modo alguno con la de la mayoría de los otros autores y parecería referirse más a una variedad de pavimento cementicio en el sentido de TESS que a un mosaico.

 

Caso 6. Tomado  de http://www.oxfordreference.com/view/10.1093/oi/authority.20110803100252517. “Tipo de pavimento de iglesia que se encuentra entre los siglos IV y XIII y que consiste en placas de mármoles negros, pórfidos, serpentinas y otros, cortados en formas geométricas simples e incrustados en losas pavimentales de color claro en diseños geométricos repetitivos, algunas veces con guilloche e incluyendo ocasionalmente opus sectile.”

 

Caso 7. Extraído de http://www.westminster-abbey.org/our-history/art/cosmati-pavement. “El pavimento pertenece a un tipo decoración en piedra conocido como “cosmatesco”, a partir de una de las familias de artesanos que se especializaron en él y la técnica es llamada opus sectile, obra recortada. Este pavimento difiere de otras obras de mosaico de la antigua Roma y aún de obras medievales previas que utilizan piedras cuadradas de tamaño similar. Es también abstracto en su diseño.  (…) . Son también parte del material original piezas de vidrio opaco coloreado en rojo, turquesa, azul cobalto y celeste claro. Se apoya sobre un sustrato de caliza oscura denominada mármol de Purbeck. Esta es una diferencia importante con los métodos italianos, ya que los artesanos utilizaban mármol blanco en su país de origen. El uso de vidrio en el pavimento también es contrario a las prácticas italianas.” (Traducido del inglés por el autor). A modo de curiosidad puede agregarse que un paso más en la confusión acerca de la técnica y el estilo asignados al piso de la Catedral de Westminster lo constituye el hecho que muchos analistas del cuadro de H. Holbein titulado “Los Embajadores” (popularmente reconocido por el anamorfismo  de un cráneo en su parte inferior) consideran que el mismo está inspirado en el piso de la Catedral mientras otros señalan las diferencias evidentes entre ambos y establecen otros orígenes.

 

A modo de conclusión: Como puede verse existe una cierta dispersión en cuanto al significado exacto de los términos Alessandrinum  y Cosmatesco. Aún cuando se considerara al segundo derivado del primero, ambos deberían ser considerados más como estilos que como técnicas ya que el primero es fundamentalmente una variación, ciertamente lujosa y elaborada, del mosaico tradicional y el segundo incorpora, sobre todo en los pisos, los opus teselatum y sectile, en una laboriosa combinación de diseños fuertemente geométricos que juega con el desarrollo de un diseño en dos escalas: grandes superficies (monocromas o monotemáticas) rodeadas de guardas de minuciosa elaboración e intrincado desarrollo.  Un paso intermedio en el diseño (pero necesariamente en la cronología) lo constituyen los grandes paneles rectangulares de patrones regulares que se disponen paralelamente separados por planchas de color liso, usualmente blanco. La desaparición de las guardas elaboradas y la aparición de nuevos tipos de mármoles marcarían el fin de este estilo y el comienzo del uso de grandes losas de mármol, a veces lisas, a veces con trabajos de taracea incorporados en sectores particulares.

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