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Agentes microbiológicos en documentos históricos: construcción e implementación de una mesa de limpieza

Por Lucía Wisnieski, Diamela Canosa y Marianela Claverie

Ponencia presentada en IV Encuentro Internacional de Conservación Preventiva e Interventiva organizado por el Museo Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo. Buenos Aires, Abril de 2016

DIAMELA CANOSA

Licenciada en Conservación y Restauración de Bienes Culturales (con tesis en curso). Universidad Nacional de las Artes (ex IUNA)

Desde junio 2013 forma parte del equipo de conservación del Archivo Histórico de la Universidad de Buenos Aires desempeñando tareas de diagnóstico, limpieza, tratamiento de control de plagas y acondicionamiento de la documentación.

 

MARIANELA CLAVERIE

Estudiante de la carrera Licenciatura en Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Universidad Nacional de las Artes.

Desde abril de 2015 es parte del equipo de conservación del Archivo Histórico de la Universidad de Buenos Aires en tareas de diagnóstico, limpieza, y acondicionamiento de la documentación.

 

LUCÍA WISNIESKI

Licenciada en Ciencias Antropológicas (UBA) y estudiante avanzada de la Tecnicatura Superior en Administración de Documentos y Archivos (ISDF Nº8). Vinculada desde 2004 a proyectos de intervención archivística y conservación preventiva. Se desempeña desde 2014 en el Archivo Histórico de la Universidad de Buenos Aires coordinando el equipo de conservación y en tareas vinculadas a la gestión de la preservación. Cumple tareas de acondicionamiento, registro y catalogación de piezas arqueológicas en el Museo Etnográfico J. B. Ambrosetti (Facultad de Filosofía y Letras – UBA) desde 2013.

Contacto: archivohistorico@rec.uba.ar  

El Archivo Histórico de la Universidad de Buenos Aires (AHUBA) tiene por función la custodia, conservación, organización y difusión de los documentos del Rectorado con más de 30 años de antigüedad que han sido valorados y seleccionados para su conservación permanente. La documentación conservada en el Archivo resulta fundamental por su valor como fuente para el estudio y conocimiento de la Universidad de Buenos Aires desde su fundación en el año 1821.

En la actualidad, el Archivo custodia fondos documentales producidos por el Rectorado de la UBA datados desde 1821 hasta 1950. Se trata de documentos que dan cuenta del origen y desarrollo de los departamentos (que posteriormente se convertirían en facultades) y cómo funcionaba administrativa y académicamente la Universidad.

Hasta su actual sede en la calle Pte. José E. Uriburu 950, el AHUBA funcionó en tres edificios de la Ciudad de Buenos Aires. Esta sucesión de traslados provocó que el Archivo sufriera una división física de sus fondos documentales.

Debido a las condiciones pasadas de guarda, algunos tramos del fondo documental presentan evidencias de actividad de agentes microbiológicos (Figura 1). El ataque por agentes microbiológicos afecta no sólo a la preservación de la documentación en custodia del Archivo sino también a la eficiencia del servicio al usuario, en función de la puesta en consulta y los peligros de contagio.

Documentos con indicios de ataque fúngico

En la prestación de los servicios de acceso del Archivo Histórico, documentos que no se encuentran próximos en el área de guarda entrarán en contacto, favoreciendo potencialmente la aparición de nuevos focos de infección. Esto debe entenderse en relación a la naturaleza higroscópica del soporte celulósico, la cual afecta de manera positiva el crecimiento de los hongos, y debido a que los agentes fúngicos se propagan mediante los conidios y las esporas, las cuales son trasladadas fácilmente por el aire y en las prendas de vestir de quienes estén en contacto con las mismas.

En el tratamiento y manipulación de documentos con este tipo de deterioro, uno de los puntos más importantes a tomar en consideración es que las condiciones de trabajo deben ser adecuadas para que se minimice la propagación y concentración de esporas en el ambiente. De no cumplirse con las medidas de seguridad requeridas, las posibilidades de contagiar documentación sana o afectar la salud del personal abocado a la tarea aumentan. Lo que a priori resulta una infección puntual podría convertirse en un contagio a una escala mayor por la dispersión de esporas en el aire y las características del material.

 

En el AHUBA actualmente los espacios de trabajo en los que se llevan adelante los procesos técnicos y la consulta del material documental no cuentan con una ventilación independiente sino que están sujetos al flujo de aire proveniente del pasillo central.

En el plan de acción del equipo de Conservación del AHUBA se estimó la necesidad de contar con una mesa de limpieza que facilitara el tratamiento de documentos afectados por agentes fúngicos y redujera el riesgo de contagio a otros documentos, preservando además la salud de los técnicos. La necesidad de intervenir este material documental y las características edilicias del Archivo fueron el principal estímulo para la construcción de una mesa de limpieza como herramienta de trabajo.

Para esto se tomó como modelo el gabinete de seguridad biológica (GSB) de clase 1 (Figura 2) propuesto por el CDC (Centre of Disease Control) y el NIH (National Institute of Health). Este gabinete es ventilado y de presión negativa, de modo que el aire que es expulsado pasa por un filtro HEPA. Los GSB de esta clase son recomendados para el tratamiento de agentes microbiológicos de riesgo leve a moderado.

Croquis. Gabinete de Seguridad Biológica de Clase I. Tomado del manual de Bioseguridad en laboratorios de Microbiología y biomedicina.

Mesa de limpieza: planificación y desarrollo

A partir del modelo propuesto en el punto anterior, se establecieron tres puntos en la planificación de la construcción de la mesa de limpieza:

a. Materiales

Desde el principio se tuvo como objetivo realizar la mesa con materiales aptos para conservación, que fueran lo suficientemente transparentes como para permitir una visión clara y que procuraran un buen aislamiento.

Por el peso y la fragilidad se descartó el vidrio, y se analizó la posibilidad de construirla en acrílico cristal. De todas las características que el acrílico ofrece se tuvieron principalmente en cuenta las siguientes:

  • Resiste impactos.

  • Posee una tasa de transmisión de luz alta y estable en el tiempo.

  • Es estable químicamente.

  • Es dimensionalmente estable.

  • Puede recuperar la transparencia mediante el pulido.

Como alternativa al acrílico se analizó el policarbonato compacto:

  • Resiste impactos (superior al acrílico).

  • Posee una tasa de transmisión de luz alta, pero con el tiempo envejece y se pigmenta.

  • Es estable químicamente.

  • Es dimensionalmente estable.

 

En la comparación, ambos materiales fueron tomados en cuenta por ser adecuados a las necesidades que se habían planteado previamente. Se tomó también en consideración el precio por metro de cada uno.

Comparación de las prestaciones del acrílico respecto del policarbonato (datos extraídos de las hojas de especificaciones técnicas de ambos materiales)

Como resultado de esta comparación se optó por utilizar policarbonato compacto en el techo, fondo y laterales. Mientras que para el frente y la base se recurrió al acrílico.

b. Dimensiones

Siguiendo el diseño propuesto por el CDC (Centre of Disease Control) y el NIH (National Institute of Health), y una vez elegidos los materiales, se evaluaron las dimensiones de la mesa (Figura 3).

Esquema, partes de la mesa de limpieza con dimensiones utilizadas.

El tamaño de la base estuvo condicionado por la mesa sobre la que se montó la campana, la cual fue reacondicionada a partir de un mobiliario preexistente. Esta mesa posibilitó acomodar de forma adecuada la campana por encima y la aspiradora por debajo, pudiendo realizar dentro de ella no sólo el tratamiento de los documentos sino también el diagnóstico de aquellos conjuntos de documentos que potencialmente hubieran sido afectados por agentes microbiológicos. De esta forma sería posible manipular el material dentro de la mesa de limpieza sin riesgo de exponer las zonas afectadas (Figura 4).

Foto de la mesa de limpieza completa (sin aspiradora).

c. Construcción

Como se mencionó previamente, la campana se montó sobre una mesa de estructura de metal con tapa de madera y fórmica. Se concibió la campana de forma tal que fuera fácilmente removible para que en un futuro y, de ser necesario, se pueda ubicar sobre otra base.

Si bien el material documental se trabajaría sobre papel de pH neutro descartable, se incluyó una placa de acrílico sobre la cual apoyarlo debido a que la tapa de fórmica se encontraba algo deteriorada. De esta manera se contribuyó a la correcta limpieza de la superficie de trabajo.

Para favorecer el sellado de las juntas y aportar estructura a la mesa se realizó un corte de 0.50 cm. en la tapa de la mesa en donde encajaría la campana (Figura 5a). Este acanalado se rellenó con silicona neutra, donde se montó la campana (Figura 5b). Así se logró un buen sellado y se aportó firmeza a la estructura. Las juntas también fueron unidas con silicona neutra y reforzadas con ángulos de aluminio. La ventana fue articulada con bisagras de acrílico y tornillos (Figura 5c).

a. Mesa y Campana (izquierda arriba), b. Montado de la campana (derecha), c. Bisagra que articula la ventana (izquierda abajo).

En relación a la conexión de la aspiradora a la mesa, con el objetivo de no afectar el aislamiento interior ni disminuir la presión negativa, se decidió fijar una boquilla compatible y sellarla con silicona neutra (Figura 6). En el caso de que el soporte a tratar se encuentre frágil se podrá cubrir la boquilla con una malla cerrada 1:1.

Detalle de la boquilla de conexión a la manguera.

Para favorecer el encendido y apagado de la aspiradora sin la necesidad de que el técnico se movilice o utilice sus manos, se instaló en la base de la mesa un toma corriente que alimenta tanto a la aspiradora como a la fuente de luz. El toma corriente de la aspiradora a su vez cuenta con una llave de corte, la cual posibilita el encendido y apagado de la misma. Ésta se instaló a la altura de los pies del técnico (Figura 7).

Vista del tomacorriente con llave de corte para la aspiradora.

La iluminación fue otro de los puntos importantes. Se utilizaron tiras de led de 35x28 de luz fría, las cuales aportan una luz clara y pareja sobre el área de trabajo. Se ubicaron en los laterales y techo de la campana, de forma que no generasen conos de sombra sobre el área de trabajo.

 

Gastos e Inversión

Otro de los objetivos propuestos fue aprovechar la mayor cantidad de recursos materiales existentes y los recursos humanos de la Institución para lograr que el costo fuera lo más bajo posible.

La inversión principal fue la compra de materiales con los que se fabricó la campana. Como se mencionó previamente, se optó por comprar policarbonato compacto cristal y acrílico cristal para su construcción. En proporción, el acrílico tiene un costo superior pero una mayor transparencia y resistencia a las rayas. Por estas razones se lo destinó sólo a la ventana y a la cubierta del área de trabajo.

Los cortes del policarbonato y el acrílico se encargaron al proveedor por lo que no fue necesario contar con herramientas específicas para este fin. Sólo fue necesario adquirir algunos insumos y un disco de corte con el cual poder calar la mesa y cortar los ángulos de aluminio.

Otro de los gastos a considerar fue la necesidad de contar con una aspiradora adecuada. El AHUBA ya contaba con una aspiradora marca Turbion Aero 1200 profi, con filtro HEPA y opción para filtro de agua. La inversión aquí fue el envío a la fábrica donde se le hizo un service completo y se encargaron accesorios nuevos para reemplazar aquellos que se habían deteriorado por el uso.

 

Consideraciones finales

Se considera que la sumatoria de acciones tendientes a neutralizar el ataque de agentes microbiológicos y los controles preventivos posteriores a la intervención, junto con el monitoreo de condiciones medioambientales en las áreas de guarda y la limpieza periódica, son tareas indispensables para la preservación de la documentación en el tiempo. La incorporación de la mesa de limpieza resultará de gran valor para las tareas diarias de acondicionamiento e intervención de la documentación del Archivo Histórico, lo que en última instancia permitirá dar acceso a un mayor volumen documental disponible para la consulta.

La mesa de limpieza aquí propuesta se pensó como una herramienta de uso permanente, cotidiano y versátil, la cual podrá ser utilizada en procedimientos de neutralización de agentes fúngicos (Figura 8).

Intervención de documentos afectados por agentes fúngicos.

De la misma manera, será una herramienta valiosa en tareas que conllevan la manipulación de conjuntos de documentos con indicios de ataque microbiológico (Figura 9). La amplitud del área de trabajo al interior de la campana posibilita trabajar, dependiendo del formato, con un volumen documental de hasta 12 cm. lineales.

Manipulación de documentos con indicios de ataque microbiológico.

La mesa de limpieza basada en el modelo del gabinete de seguridad biológica que aquí presentamos fue un trabajo conjunto, pensado y ejecutado por el equipo del Archivo con ayuda y apoyo del área de servicios generales de la Institución.

Si bien su uso sistemático implica un proceso largo que recién comienza, entendemos que la mesa de limpieza será un aporte valioso como herramienta para el trabajo cotidiano en el Archivo Histórico de la UBA.

 

Bibliografía:

Adcock, E. P. (2000). IFLA, Principios para el manejo y cuidado de material de bibliotecas. Centro Nacional de Conservación y Restauración.

 

Archivo General de la Nación: Instructivo de Limpieza y Desinfección de Áreas y de Documentos de Archivo.

URLhttp://www.unal.edu.co/una/docs/DT/Instructivo_Limpieza_Documental_AGN_2010.pdf

 

Calvo Torras, M. Á; Adelantado, C., & Corcuera Marín, E. (2005). Principales características de los hongos causantes de alteraciones en materiales celulósicos. PH: boletín del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, 13(53), 18-23.

 

Centers for Disease Control and Prevention, & National Institutes of Health. (1999). Bioseguridad en laboratorios de Microbiología y biomedicina. Department of Health and Human Services.

 

Ogden, S. (2001). El manual de preservación de bibliotecas y archivos del Northeast Document Conservation Center. Northeast Document Conservation Center. Centro Nacional de Conservación y Restauración.

 

Organización Panamericana de la Salud. (2002). Cabinas de seguridad biológica: uso, desinfección y mantenimiento. División de Desarrollo de Sistemas y Servicios de Salud.

 

Valliant Callol, M & Valentín Rodrigo, N. (1996). Principios básicos de la conservación documental y causas de su deterioro. Instituto del Patrimonio Histórico Español.

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